lunes, 26 de octubre de 2009

BOGOTA POSITIVA O LA ESTRATEGIA DEL CULEBRERO

A las múltiples y consecutivas equivocaciones de la alcaldía de Bogotá en el manejo de la movilidad se le suma otra alcaldada de consecuencias muy graves para la ciudadanía debido al cuello de botella que forma. Por cuenta de la disputa con la Federación Colombiana de Municipios, el alcalde decretó el cierre de 12 de los puntos de atención del SIMIT, dejando solo dos para el pago de los comparendos nacionales, por lo que a la doble línea amarilla, la cacería de los radares, los huecos, el invierno, el Ministro y el foco de corrupción en que se convirtió la revisión técnico-mecánica, debe sumarse ahora la casi imposibilidad para pagar los comparendos, como si lo que se pretendiera fuera utilizar a su obligada clientela como medio de presión en un conflicto del que no tiene la menor culpa.

El argumento empleado en esta ocasión es que el artículo 10 de la ley 769 de 2002, Código Nacional de Tránsito y Transporte establece: “Parágrafo: En las dependencias de los organismos de tránsito y transporte de las entidades territoriales existirá una sede del SIMIT.” Este es un ejemplo claro de la aplicación de la ley a rajatabla, carente de toda sindéresis, decisión en la que priman el capricho y la arbitrariedad, no el interés general. No se le ocurrió que una ciudad de 8 millones de habitantes requiere unas condiciones especiales de administración, que debería conocer. La ley también prohíbe el engaño y sin embargo nos embaucó a todos. Sobra decir que no prohíbe la existencia de puntos de atención suficientes.

Son 26 mil los usuarios que mensualmente acuden a estas oficinas, pagadas y mantenidas por el SIMIT, no por la alcaldía, lo que convierte esta medida en un costoso berrinche con cargo al tiempo, el dinero y la paciencia de los automovilistas. Que enmienden semejante despropósito el alcalde o el secretario de inmovilidad, ya, y que tengan respeto y consideración por quienes les pagamos el sueldo. La defensa de los dineros de los bogotanos debe hacerse utilizando la inteligencia e instrumentos jurídicos, no exasperando más a la gente.

Y eso no es todo: el fallo del Tribunal Administrativo de Cundinamarca que ordena el pago de los dineros prohíbe al Ministerio de Transporte la asignación de especies venales, que es como se denominan las codificaciones que asigna el Ministerio de Transporte para las placas, licencias de tránsito, licencias de conducción y certificados de movilización. Es decir, si usted necesita efectuar alguna de estas operaciones no podrá hacerlo hasta que se resuelva la cuestión, lo que podría demorarse un poquito.

Los perjuicios que este absurdo le ocasione no son de incumbencia de la alcaldía sino suya, así que callado y juicioso tendrá que caminar ya no de una ventanilla a la otra sino de un sector a otro de la ciudad, lo cual le permitirá conocer de primera mano la Bogotá Positiva, más incluyente, emprendedora, productiva y con más oportunidades de empleo, más segura y amable, con educación, salud, cultura y recreación para todos y todas, con un ambiente sano, mejor movilidad y servicios de transporte que nos prometió don Samuel, la misma en la que el corredor de seguros que utilizó como propaganda en su campaña nos decía: ¿Quién gana si gana Samuel? gano yo porque podré seguir usando mi carrito para ganarme la vida. Si gana Samuel gana usted, si gana el pasado perdemos todos: Y resultó ser exactamente lo contrario, si ganó Samuel pero perdimos todos los demás, perdió Bogotá.

Estrategia de culebrero, con una diferencia, los ungüentos contra la calvicie y la impotencia y las pócimas de amor que estos vendían no producían efecto alguno, por lo que eran técnicamente productos sanos, mientras los de este son un verdadero peligro por lo inútiles, improvisados y arbitrarios.

Ahora, ojo automovilistas, anda con la idea de prohibir un solo pasajero en los vehículos particulares. Como harán los padres que llevan hijos al colegio, ¿se devuelven con uno de ellos? Y los que solo llevan uno, ¿se quedan durmiendo en el carro hasta la hora de salida? ¿le pondrá pico y placa a los colegios o a los niños? y los que necesiten dejar un enfermo en la clínica, ¿se internan con él hasta que salga?

Al paso que vamos tendremos que aprender a montar a caballo y a conducir zorras, esos peligrosos vehículos que transitan por donde les da la gana, no tienen pico y placa, no pagan impuestos, no reciben comparendos, ni siquiera pedagógicos, y funcionan con un motor de un solo caballo que se acelera con látigo y madrazos, combustibles, eso si, mucho más limpios y baratos que la gasolina y el diesel. Claro que los caballos expulsan CO2, pero no le cuenten, no sea que con sus contratistas amigos nos cree un organismo encargado de medirle los gases a los animalitos.

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